martes, 17 de junio de 2008

José Donoso



Nació en Santiago de Chile en 1924. Vivió experiencias juveniles como ovejero, obrero portuario y oficinista, pese a provenir de familia acomodada; después estudió literatura en la Universidad de Chile y en la de Princeton (EEUU), ejerció como profesor en su país y en el extranjero; colaboró en Ercilla y otras publicaciones periódicas. Novelista y cuentista, considerado integrante del boom de la Literatura latinoamericana contemporánea, ha alcanzado resonancia internacional: sus obras se han traducido a 17 idiomas, y algunas de sus novelas y cuentos llevados al cine.Su estilo guarda correspondencia con su temática, desafiando un lector común con sus ambientes alucinantes y personajes obsesivos. Recibió el Premio Nacional de Literatura de 1990. Murió en su ciudad natal, el 7 de diciembre de 1996, dejando terminada e inédita la novela El mocho, que se publicó en 1997.

En la literatura chilena del siglo XX, su obra narrativa representa un nuevo camino estético frente al realismo regionalista. En sus novelas el autor ha expresado su relación con el mundo a través del tema de las clases sociales en su país. Su obra fue traducida a varias lenguas y fue merecedor de varios premios literarios. Fue miembro de la academia Chilena de la Lengua.

Cultivador de la novela y el cuento, se inició en el cuento con obras como Veraneo y otros cuentos (1955) y El charlestón (1960), de una gran variedad temática pero todavía buscando su estilo.

Su primara novela fue Coronación (1957). Esta novela retrataba con extraordinaria fidelidad y destreza la decadencia de la clase alta chilena. No obstante, para Donoso representó el primer paso para una novelística que buscaba trascender el nivel realista, objetivo que alcanzó con el tiempo y que se cristalizó en El obsceno pájaro de la noche (1970), novela que enlaza historias de seres ambiguos y monstruos. Escrita en un claro estilo realista, consigue que las historias oníricas de unos personajes atroces por su físico y circunstancias vitales produzcan en el lector una sensación de inquietud y sorpresa constante que llega a aceptar con toda naturalidad, incluso cuando al final de la obra, Mudito —criado y literato— se diluye entre unas briznas de basura.

A diferencia de Coronación, Este domingo (1966) y El lugar sin límites (1967) escritas en general con técnicas tradicionales, en El obsceno pájaro de la noche, Casa de Campo (1978) y El jardín de al lado (1981) utiliza el método de narrar una novela dentro de otra. Con gran fuerza psicológica y talento narrativo el autor buscó formar su relación con el mundo (un mundo de descomposición social que él consideró históricamente extinto, pero en su interior obsesivamente vivo). Para este escritor las clases dibujadas en sus novelas son “imaginárias” pues él mismo consideró haber nacido en una “posición social ambigua” cuyos valores se desvanecen con el concepto de clase.

El estilo de su narrativa es depurado haciendo que el silencio sea tan importante cuanto lo dicho. Los temas abordados por este escritor son tratados con profundidad y hay una intención metafórica. Se destaca también la destreza para la descripción y su agudeza en la observación psicológica.

Obras:

Cuento: Veraneo y otros cuentos (1955) / El charleston (1960).

Memoria: Historia personal del “boom” (1972).

Novela: Coronación (1958) / Este domingo (1966) / El lugar sin límites (1967) / El obsceno pájaro de la noche (1970) / Tres novelitas burguesas (1973) / Casa de campo (1978) / La misteriosa desaparición de la marquesita de Loria (1980) / El jardín de al lado (1981) / La desesperanza (1986) / El mocho (1997).

Relato: Cuatro para Delfina (1982).



“Al escribir estilicé, sublimé, exageré, condené, defendí, idealicé”.

José Donoso



martes, 25 de diciembre de 2007

Poemas de Alejandra Pizarnik (Argentina 1936-1972)

PEREGRINAJE

a Elizabeth Azcona Cranwell

Llamé, llamé como la náufraga dichosa
a las olas verdugas
que conocen el verdadero nombre
de la muerte.

He llamado al viento,
le confié mi ser.

Pero un pájaro muerto
vuela hacia la desesperanza
en medio de la música
cuando brujas y flores
cortan la mano de la bruma.
Un pájaro muerto llamado azul.

No es la soledad con alas,
es el silencio de la prisionera,
es la mudez de pájaros y viento,
es el mundo enojado con mi risa
o los guardianes del infierno
rompiendo mis cartas.

He llamado, he llamado.
He llamado hacia nunca.



CENIZAS

La noche se astilló de estrellas
mirándome alucinada
el aire arroja odio
embellecido su rostro
con música.

Pronto nos iremos

Arcano sueño
antepasado de mi sonrisa
el mundo está demacrado
y hay candado pero no llaves
y hay pavor pero no lágrimas.

¿Qué haré conmigo?

Porque a Ti te debo lo que soy

Pero no tengo mañana

Porque a Ti te...

La noche sufre.




ANILLOS DE CENIZA
a Cristina Campo

Son mis voces cantando
para que no canten ellos,
los amordazados grismente en el alba,
los vestidos de pájaro desolado en la lluvia.

Hay, en la espera,
un rumor a lila rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
una partición de sol en pequeños soles negros.
Y cuando es de noche, siempre,
una tribu de palabras mutiladas
busca asilo en mi garganta
para que no canten ellos,
los funestos, los dueños del silencio.



MADRUGADA

Desnudo soñando una noche solar.
He yacido días animales.
El viento y la lluvia me borraron
como a un fuego, como a un poema
escrito en un muro.





CUARTO SOLO

Si te atreves a sorprender
la verdad de esta vieja pared;
y sus fisuras, desgarraduras,
formando rostros, esfinges,
manos, clepsidras,
seguramente vendrá
una presencia para tu sed,
probablemente partirá
esta ausencia que te bebe.



FORMAS

no sé si pájaro o jaula
mano asesina
o joven muerta jadeando en la gran garganta oscura
o silenciosa
pero tal vez oral como una fuente
tal vez juglar
o princesa en la torre más alta.



SOMBRAS DE LOS DÍAS A VENIR

a Ivonne A. Bordelois

Mañana
me vestirán con cenizas al alba,
me llenarán la boca de flores,
Aprenderé a dormir
en la memoria de un muro,
en la respiració
de un animal que sueña.